ADVIENTO
El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico,
empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre.
Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la
Navidad y la Epifanía.
El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia,
El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia,
El sentido del Adviento es avivar
en los creyentes la espera del Señor.
Se puede hablar de dos partes del Adviento:
.
CORONA DE ADVIENTO
La
Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que
consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del
dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los
primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las
personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona
está formada por una gran variedad de símbolos:
La forma circular
La forma circular
El
círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin
principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca
debe de terminar.
Las ramas verdes
Las ramas verdes
Verde
es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el
perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo
más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con
Dios, nuestro Padre.
Las cuatro velas
Las cuatro velas
Nos
hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo
aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a
poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la
corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los
siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a
nuestro mundo.
Son
cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante
los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.
El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.
El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
FIGURAS DE ADVIENTO
Isaías: figura de espera por la Salvación
Juan
Bautista: figura de preparación
María: Virgen de la esperanza y Madre del Salvador
ESQUEMA
DE VIVIR ADVIENTO
I Domingo, la vigilancia en espera de la venida del
Señor.
Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y
la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y
estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento".
Es importante que, como familia nos hagamos un
propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué te parece
si nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como resultado
deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a
quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente
de armonía y amor familiar. Desde luego, esto deberá ser
extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos relacionamos
diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc. Esta semana, en
familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos la primer vela
de la Corona de
Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos
de conversión.
II Domingo, la conversión, nota predominante de la
predicación de Juan Bautista.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a
reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen
el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor manera de prepararlo que
buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos
reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia
nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión)
que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado.
Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de
Adviento, como signo del proceso de conversión que
estamos viviendo.
Durante esta semana puedes buscar en los diferentes
templos que tienes cerca, los horarios de confesiones disponibles, para que
cuando llegue la Navidad, estés
bien preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la
Eucaristía.
III Domingo, el testimonio, que María, la Madre del Señor,
vive, sirviendo y ayudando al prójimo.
Coincide este domingo con la celebración de
la Virgen de Guadalupe, y precisamente la liturgia de Adviento nos invita
a recordar la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y que
además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El evangelio nos
relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como
ella: "Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?.
Sabemos que María está siempre acompañando a sus
hijos en la Iglesia, por lo que nos disponemos a vivir esta tercer semana de
Adviento, meditando acerca del papel que la Virgen María desempeñó. Te
proponemos que fomentes la devoción a María, rezando el Rosario en familia, uno
de los elementos de las tradicionales posadas, que inician el próximo día
16. Encendemos como signo de espera gozosa, la tercer vela, color rosa, de
la Corona de
Adviento.
IV Domingo, el anuncio del nacimiento de Jesús hecho a
José y a María.
Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su
mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de
su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es
la Luz del Mundo". Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos
reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente
esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y
la alegría que esta cercana celebración representa. Todos los preparativos para
la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar
a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos la cuarta
vela color morada, de la Corona de
Adviento.
LA NAVIDAD
Todos sabemos qué
día se celebra Navidad, es una fecha por todos más
que conocida y celebrada, es el día en que se comparte en familia, hacemos
cenas especiales, compramos juguetes y otros regalos para los niños, abuelos, mamás y papás, pero
sabemos¿Qué es la navidad? ¿Por qué celebramos la navidad?
La palabra Navidad viene del latín Nativitas, que significa nacimiento, era una fiesta que se celebraba
en un principio para celebrar el nacimiento del Dios Sol, para el solsticio de
invierno, posteriormente la Iglesia Católica la adaptó y
la convirtió en una de las fiestas más importantes del Cristianismo ya que se
celebra el nacimiento de Jesucristo.
La
fiesta se celebra cada 25 de diciembre en la mayor parte del mundo, y aunque muchos olviden el sentido real de celebración -nacimiento de
Jesús- hoy es una de las fiestas más populares y los protagonistas son los
niños.
A partir del siglo
XIX, una vez afianzada esta tradición, se populariza el hecho de
intercambiar regalos, luego surge la imagen de Santa Claus o Papá Noel y
que con el tiempo se ha ido transformando en una celebración más comercial y
desde noviembre ya se empiezan a promocionar productos para toda la familia,
juguetes de moda, ropa y mucho más.
¿Por qué creemos en los Reyes Magos?
Cada año, la
víspera del 6 de enero los niños se van a la cama con una gran esperanza:
recibir al otro día los regalos que pidieron a los Santos Reyes Magos. Esta
tradición se origina en Jerusalén bajo el reinado de Herodes el Grande.
Melchor, Gaspar y Baltasar, magos provenientes de Oriente, preguntaron dónde
estaba el Rey de los Judíos, pues una estrella los había guiado hasta ese lugar.
Herodes, temeroso de ser derrocado, llamó a los escribas del pueblo y a los
sumos sacerdotes para que le dijeran en qué lugar había de nacer ese rey. Ellos
le contestaron: "En Belén de Judea. Así lo profetizó Miqueas".
Herodes habló con
los Magos y les dijo que en cuanto encontraran al niño le avisaran para ir a
adorarlo. Los tres santos varones siguieron su camino guiados por la estrella,
que se detuvo sobre un humilde pesebre. En él la Virgen María había dado a luz
a un hermoso niño. Melchor, Gaspar y Baltasar le ofrecieron tres regalos que
simbolizaban su triple naturaleza: oro como rey, incienso como Dios y mirra
como hombre. Más tarde, en sueños, los Magos fueron avisados de que no
volvieran a ver a Herodes y que regresaran por otro camino.
La Epifanía, o
manifestación de la divinidad, se convirtió en la parte medular de la liturgia
católica. Los misioneros se encargaron de establecer esta tradición en la Nueva
España, y para hacerla más llamativa adoptaron la costumbre de hacer regalos a
los niños, simbolizando de esta manera los dones que los Magos habían dado al
Niño Jesús.
Posteriormente,
los pequeños adoptaron la práctica de pedir en una cartita los juguetes o
dulces que desean, y ponerla dentro de los zapatos. Cuando la nota
"desaparece", eso quiere decir que los Santos Reyes se la llevaron.
¿Por qué ponemos árbol de Navidad?
La leyenda dice
que hace muchos años, durante una helada noche de invierno, un niño llamó a la
puerta de una choza en busca de refugio. Un leñador y su esposa lo recibieron y
le dieron de comer. Durante la noche el niño se convirtió en un ángel con
vestiduras de oro: era el Niño Dios. Para recompensar la bondad de sus
bienechores, tomó una varita de un pino y les dijo que la sembraran,
prometiéndoles que cada año daría frutos. Y así sucedió: aquel árbol dio
manzanas de oro y nueces de plata. De todos los símbolos que existen, ninguno
expresa la magia de Navidad en forma tan bella como lo hace el pino iluminado
con luces, esferas, nieve natural o artificial, y coronado con una estrella.
Procedente de
Alemania, el árbol de Navidad llegó al continente americano durante el siglo
XIX. En México se hacen adornos navideños de paja, barro, cartón, papel y
migajón; el arbolito luce en sus verdes ramas las huellas del ingenio popular,
además de manojos de heno y "pelo de ángel", que simulan las heladas
noches típicas de la época navideña. Muy pronto, la familiar figura del árbol
de Navidad, en diversos tamaños, ha invadido sitios públicos, establecimientos
comerciales y hogares.
¡ QUE CADA NAVIDAD, JESÚS VUELVE A
NACER REALMENTE EN TU CORAZÓN !
- Debes prepararte bien para recibir al Niño Dios
en esta Navidad; pero no debes preo-cuparte por preparar la cena o algunos
regalos, lo más importante para Dios es que LLENES TU CORAZÓN DE AMOR para
celebrar el nacimiento de Cristo nuestro Salvador.
- ¿ Pero cómo me preparo para recibir a Jesús en mi
alma el día de la Navidad ?
Así como los pastores ofrecieron regalos a Jesús, tú puedes ofrecerle de regalo: el preparar tu corazón cada día con alguna obra buena.
Así como los pastores ofrecieron regalos a Jesús, tú puedes ofrecerle de regalo: el preparar tu corazón cada día con alguna obra buena.
- En este folleto vamos a dibujar 24 regalos, cada
cajita es el regalo de un día. Todas las mañanas lee lo que toca hoy regalar a
Jesús y cada noche, si lo cumpliste, colorea la cajita. Al final de los 24 días
habrás dado al Niño Jesús muchos regalos y le habrás demostrado que de verdad
lo amas .
MIS REGALOS PARA
JESÚS EN ESTA NAVIDAD :
1. Rezar un Ave María y darle las gracias a la
Virgen por decir que sí al Ángel.
2. Buscar ayudar a alguna persona que lo necesite.
3. Ayudar en las tareas de la casa.
4. Compartir algo que me cueste.
5. Hacer mi trabajo lo mejor que pueda.
6. Rezar un Padre Nuestro en familia.
7. No hablar mal de nadie, sino hablar bien.
8. Ser amable con las otras personas.
9. Ir a Misa y poner mucha atención.
10. Visitar a algún enfermo o anciano.
2. Buscar ayudar a alguna persona que lo necesite.
3. Ayudar en las tareas de la casa.
4. Compartir algo que me cueste.
5. Hacer mi trabajo lo mejor que pueda.
6. Rezar un Padre Nuestro en familia.
7. No hablar mal de nadie, sino hablar bien.
8. Ser amable con las otras personas.
9. Ir a Misa y poner mucha atención.
10. Visitar a algún enfermo o anciano.
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